Sin duda, ser mamá y hacer malabares con las demandas (siempre cambiantes) de un bebé es un trabajo realmente duro. Y aunque convertirte en madre por primera vez es una etapa maravillosa, también hay muchos momentos que pondrán a prueba tu cordura como ningún otro.

Para ayudarte a salir relativamente indemne de los primeros días o meses (o incluso años), he elaborado una lista de sencillos consejos para las nuevas mamás. Porque a veces todo lo que necesitamos es un pequeño recordatorio de lo básico, de aquellas que hemos pasado por lo mismo (e incluso hemos decidido repetir, así que tan malo no puede ser…).

1. Acepta la ayuda. Te podrá parecer que tú puedes manejarlo todo o que tienes miedo a renunciar al control, pero da buen uso a esos ofrecimientos de ayuda cuando los recibas. Acepta con agrado, en incluso puedes dar a amigos o a familiares un momento para visitaros y una tarea que hacer. Así podrás: a. Darte una ducha (puntos extra si incluso puedes secarte el pelo); b. Disfrutar de una comida de forma pausada; c. Ir al baño sólo; d. Todo lo anterior … en paz!.

2. Encuentra tu tribu. Los grupos de mamás pueden parecer un poco intimidantes, pero eso es hasta que sientas el aislamiento de la nueva maternidad. Aunque vivimos en un tiempo y una cultura en la que estamos más «conectados» socialmente que nunca, realmente nutrir conexiones «reales», en persona, son más que cruciales para aquellas que estrenan maternidad. No importa donde vivas, hay maneras de encontrar a otras madres, ya sea para unirte a un grupo de madres, para asistir a una clase de bebés,… Una vez que tengas tu grupo, te darás cuenta de que no estás sóla y lo que está pasando es completamente normal y, a menudo veces, mejor de lo que pensabaa. Las madres-compañeras, especialmente aquellas con bebés de la misma edad que los tuyos, ayudan a poner las cosas en perspectiva.

3. Respira hondo. Puede ser difícil encontrar un minuto para ti misma cuando otra personita está unida a ti día y noche, pero es genial si puede dedicarte 5 minutos para sentarte y relajarte (sólo céntrate en tu respiración, no trates de dejar de pensar, porque es imposible).

4. Sal fuera. Para aquellos momentos en que tu bebé llore inconsolable, el momento en que pongas un pie en la calle con él o ella será como dar al botón de restablecimiento en tu sistema nervioso. Hay algo en el cambio del paisaje, la temperatura más fresca, las vistas y los sonidos naturales del mundo exterior que hacen maravillas en su humor. Incluso un rápido paseo alrededor de tu calle, al menos una vez al día, te ayudará a calmarte a ti (y a tu bebé).

5. Aléjate de Google. ¿Mi hijo gana suficiente peso? ¿Cuántas veces al día debería alimentar a mi bebé? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Cuánto tiempo debería dormir mi bebé?… Y la lista continua hasta el infinito. Para proteger tu cordura, trata de abstenerte de buscar en Google todo. Hay una cantidad abrumadora de «expertos» ahí fuera y gente que se atreve a decir cómo «debes» hacer cualquier tarea, así que intenta confiar en ti misma y en tu sentido comunún. Está ahí si lo escuchas.

Si tienes alguna duda, llama a tu pediatra, pregunta a una consultora de lactancia, habla con una amiga de confianza que haya sido madre recientemente y confía en sus consejos, no en un foro de extraños.

6. Ten un horario (aunque muy flexible).Piensa que los días y las noches se difuminarán por lo menos durante los primeros meses, pero una vez que las cosas se acomodan en una rutina un poco más predecible, puede iniciar un horario, aunque sea muy flexible. Te ayudará tanto a ti como al bebé saber qué esperar durante el día y la semana.

Deberás convivir con lo impredecible, sin embargo tener una idea (aunque sea muy ligera) de cómo será tu día puede ayudar a traer un poco de previsibilidad a un momento en que todo parece absolutamente imprevisible.

7. Ten citas para comer. Sal de casa y haz planes para disfrutar de una comida con tu pareja o una amiga. Aprovecha este momento cuando tu bebé es relativamente fácil de llevar contigo, ya que duerme la mayor parte del día, especialmente en los restaurantes.

Además al hacer planes durante la semana es mucho más fácil para encontrar mesa en algunos de los restaurantes más populares que parecen imposibles en un fin de semana. Además, ver a esa amiga que hace tiempo que no ves o hablar con alguien además de con tu bebé hace maravillas para tus células cerebrales.

8. Llora. Puede ser una liberación catártica de energía atrapada, las emociones y las hormonas que necesitan salir y, a menudo, te harán sentir mucho mejor después. Por supuesto, si te encuentras llorando todos los días sobre cosas aparentemente pequeñas, estás teniendo importantes cambios de humor, ataques de ira o pensamientos aungustiosos, no dejes de consultar con un amigo cercano, un familiar o un terapeuta.

9. Vive con el caos. La maternidad es un paseo salvaje, y sentir el caos todo un día, una hora, un minuto es a menudo el camino a seguir. Realizar tareas y aceptar que realmente no tienes control sobre cómo están saliendo las cosas, tanto en el pasado como en el futuro, es parte del viaje y de la belleza de todo ello.

10. Créetelo!. Estás haciendo un trabajo increíble!. No importa lo crítica que seas contigo misma, créetelo, eres increíble y fuerte!. Acabas de hacer crecer y alimentar a un bebé durante los últimos 9 meses, has dado a luz (que merece un premio en sí mismo), y te estás adaptando a la vida con un bebé. Esto es una gran hazaña. Se buena contigo misma y piensa que todo esto es temporal, lo bueno y lo malo. Esta es una transición enorme que necesita ser honrada y respetada. ¡Se agradecida por las pequeñas cosas y disfrute de esos nuevos abrazos nuevos del bebé!

Fotos: Querida Valentina

Vestido estrellitas Valentina: Nueces Kids, Abrigo rosa Valentina: Mango (fw 16), Leotardos rosa: Cóndor, Zapatos rosa Valentina: La Cadena para Minishoes (fw 16), Abrigo y Vestido Cristina:  Zara, Bolso Cristina:  Pedro del Hierro, Carrito: Buffalo de Bugaboo