Decir que me gusta viajar no sería nada revelador, porque realmente ¿a quién no le gusta viajar?. Planificar cualquier escapada, sea pequeña y cercana o lejana y exótica, es un momento fantástico. Me encanta organizar con detalle cada uno de mis viajes, semanas antes estudio mi guía, reviso recomendaciones,… y siempre preparo un plan para cada día donde intento combinar una parte cultural con alguna propuesta «más ocio» y siempre siempre, incluyo algunos caprichos gourmand…
Me fascina esta estética de aire antiguo de los viajes de principios de siglo XX. Y como eran de ideales esos equipajes que portaban las damas de entonces con sus sombrereras y baúles tan sofisticados!. Parece ser que fue entonces cuando los ingleses descubrieron el placer de viajar, el viajar por placer; hasta entonces nadie lo realizaba con ese objetivo y hoy nos parece imposible.
Esta estética es sin duda perfecta como planteamiento de una boda, colores terrosos combinados con suaves mint en mesas y decos, invitaciones de boda con estampados que hacen referencia a la pasión por los viajes con globos aerostáticos como el modelo fly me to the moon de Querida Valentina, centros de flores con los colores más suaves y con apuestas atrevidas como dalias o pequeños cactus.
Para más inspiración, nos leemos en Facebook, Twitter e Instagram.
Raquel vigo
febrero 18, 2015Realizáis este tipo de invitaciones?