Llevaba tiempo con ganas de publicar alguno de los preciosos trabajos de Lorena, de Photoup y hoy por fin puedo compartir con vosotros la boda de Ana y Santiago en Palencia.

Ana apostó por un vestido de la colección One de Basaldúa, con el cuerpo cubierto de encaje de chantilly dorado, falda con varias capas de tul de sedalina y una gran cola. El look de Ana, totalmente romántico, se completaba con un tocado, también elaborado por Basaldúa, del mismo tejido que el vestido y un velo del mismo tul que la falda de su traje de novia. A juego llevaba zapatos de estilo peeptoes de Cuplé. Fue peinada y maquillada en el Salón Amalia de Plasencia. El ramo, compuesto por rosas pitiminí, siemprevivas, paniculata y eucalipto empuñado por una puntilla antigua de la abuela de Ana, al igual que el resto de la decoración floral fue obra de Isaac, de Arte Floral Fresia, quien supo entender y plasmar su idea a la perfección

Las joyas también jugaron un papel muy importante en el estilismo de Ana, pues apostó por piezas de gran valor sentimental. Así, sus pendientes habían pertenecido a su bisabuela y, como anillo, escogió el de su pedida, un precioso solitario. Santiago, por su parte, apostó por un clásico chaquet de la firma Hackett y completó su look con el reloj que los padres de Ana le regalaron en la pedida de mano y unos gemelos, regalo de su abuelo.

Tras la ceremonia, los invitados se trasladaron al Parador de Plasencia, lugar elegido para la celebración posterior. La decoración del salón corrió a cargo de los propios novios que, con la ayuda del equipo profesional del Parador, se encargaron de dar un toque vintage y, al mismo tiempo, muy extremeño. Apostando por poner a las mesas nombres de pueblos de su tierra o degustando platos típicos como la torta del casar o el jamón. El reportaje fotográfico está repleto de preciosas instantáneas realizadas por Lorena, de Photoup.