Beatriz y Antonio se conocían desde hacía tiempo por amigos comunes, hasta que comenzaron a hacerse más cercanos y desde ahí poco a poco llegaron hasta el día de su boda.

Se casaron en Navacerrada, ya que allí disfrutan de muchos fines de semana en la vivienda familiar de Beatriz, un lugar con un encanto especial. El párroco de Navacerrada ofició la ceremonia religiosa y después lo celebraron en una preciosa finca privada también en la sierra Madrileña.

El vestido de novia de Beatriz era de Jorge Vázquez. Llevaba pendientes de brillantes y esmeraldas, con un especial valor pues eran herencia de una tía muy unida a ella.

Quería que su ramo de novia tuviese un punto silvestre en consonancia con el ambiente y así lo encargué a Mar de Flores.

Antonio vestía chaquet de Scalpers, con camisa y corbata también de Scalpers. Llevaba gemelos de Mont Blanc, tirantes de Solo io y reloj de Breitling, regalo de pedida. Los zapatos eran un modelo muy exclusivo de Louis Vuitton.

Todo el reportaje fotógrafico fue realizado por Instantánea & Tomaprimera porque les encantaba la forma de entregar el material y sobre todo, por la calidad y el cuidado que todo el equipo tiene con todos los detalles.