Juan y Elisa son de Sevilla y fueron sus mejores amigos quienes les presentaron, y cuatro años y medio después se dieron el «sí quiero»!. Fue, tal y como me confiesa Elisa, el mejor día de su vida. Disfrutaron muchísimo, y no podían dejar de sonreir, todo salió perfecto y hasta tuvieron un día precioso cuando todas las predicciones daban lluvia.

El vestido fue lo más difícil para Elisa, se pasó meses buscándolo y por muchos que se probara, con ninguno se sentía ella misma. Cuando fue a visitar a Paloma Cerezal y conectaron enseguida. Como complementos llevaba el anillo que le regaló Juan cuando me pidió matrimonio, los pendientes que le regalaron sus suegros en la pedida, realizados en aguamarinas y una tiara que le hizo Alejandro Marmolejo, orfebre muy reconocido en Sevilla. Del maquillaje y peluquería se encargó Manuel Cecilio. Su ramo fue realizado por la Floristería Carmen y de la decoración se encargó Marta, de Agencia Ivennto.

Juan llevaba chaquet, chaleco y corbata de Silbon. Se casaron en la Iglesia de San Miguel Adoratrices, en Sevilla. Fue una misa muy emotiva, una amiga de la infancia les sorprendió cantando el Ave María y su hermana les hizo llorar a todos con unas palabras que había escrito. La celebración fue en la Hacienda Molinillos y el catering fue servido por Miguel Ángel. Durante el cóctel tuvieron música en directo de la mano de All Lickin’ Down Ald. Y sus djs fueron, mis queridos, Xite y Clara, de Xite & Co.

Sus fotógrafas fueron Molina y Royo. Y del vídeo se encargó Víctor López.