María me escribió hace unos días para enseñarme algunas fotos de su preciosa boda en Sevilla. Me encantó su estilo y su belleza mediterránea. Ella me contó que le gustaba el blog y le había acompañado durante todo el proceso de planificación de su boda. Así que hoy, comparto todos los detalles de su gran día.

María y Dani llevaban juntos casi 10 años cuando decidieron casarse. Lo hicieron en Sevilla, en la iglesia de Cristo de la Sed, y lo celebraron posteriormente en la Hacienda Atalaya Alta que les ofreció diferentes espacios para cóctel, cena y fiesta. El catering fue servido Sartoria, que además de ser amigos de la pareja, encantaron a todos los invitados por la calidad y la originalidad de sus propuestas.

Para su vestido, María confió en Antonio García por su buen gusto y su sensibilidad, y juntos fueron dándole forma. Se trataba de un vestido de líneas sobrias, la parte de arriba en crêpe de seda con mangas de gasa abotonadas y hombros al bies; la falda ago más  ajustada, de gasa con cortes, y destacaba la espalda terminada con unas alitas bordadas en hilo dorado. María tenía claro que no quería llevar cola en el vestido, así que encontraron en la capa la solución perfecta (me encanta la idea!).

Para el pelo eligió una corona hecha a mano y bañada en oro, diseñada por Rocío Porres. Los zapatos eran de Magrit Couture, unos peeptoes color nude hipercómodos. Fue maquillada y peinada por Manuel Cecilio y su ramo de novia, un maravilloso bouquet con peonías, rosas pitiminí y ramas de eucalipto, fue realizado por Jesús Fuertes, de Flores La Galería.

Todo el reportaje fotográfico fue realizado por las maravillosas Susana y Mª Ángeles, de Molina y Royo. El vídeo fue obra de Alberto Ojeda.

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