Arturo y Marina se conocieron en Melilla. Ella estaba allí destinada por su trabajo y pensaba volver a Málaga, su ciudad natal, pero el destino hizo que Arturo se cruzara en su camino y todos sus planes cambiaron.

Tras dos años de relación, él le pidió matrimonio.

De los preparativos de la boda se encargó Marina con la ayuda de su madre. No fue fácil organizar la boda en Málaga residiendo en Melilla, pero tenía claro lo que quería y le hacía mucha ilusión organizarla.

Lo único que tenía claro de su vestido es que quería que la falda tuviera caída y que las mangas fueran largas. Finalmente la parte de arriba simuló una chaqueta “tipo Chanel”, con sus deshilachados característicos en cintura y puños y bordados en la espalda con relieve combinados con una sutil pedrería. Los botones también iban bordados con pedrería. El conjunto lo acompañó con unos pendientes, regalo de pedida de sus suegros, realizados por un joyero amigo.

La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de la Victoria de Málaga, donde se encuentra la Virgen de la Victoria, patrona de sus dos ciudades, Málaga y Melilla.

Al faltar su padre, fue su hermano quien la acompañó hasta el altar, ejerciendo de padrino. El ramo que llevaba era de nardos, en recuerdo a su padre y a su abuela materna a la que también le encantaban.

Vestido: Carmen de Pablo, Tocado: Bambary, Zapatos: Kelisalo, Traje: Sastrería Guzmán, Corbata: Hackett, Anillo de pedida: Aristocrazy, Decoración floral: Miguel Herrera, Celebración: Hacienda Nadales, Fotografía: Boda Creativa, Vídeo: Melifilm