No hay duda de que vivimos en una era en la que las madres (padres) debemos volver a trabajar más pronto que tarde, casi incluso antes de que nazca el bebé. Pero, al volver a nuestros puestos de trabajo, ya sea a tiempo parcial, a tiempo completo, o incluso trabajando desde casa, no podemos ejercer de madre (padre) las veinticuatro horas y debe tratarse, sin duda, como un acto de equilibrio.

Desde artistas y músicos hasta emprendedores y ejecutivos en el TOP de la escalera corporativa, todos deberíamos tener el privilegio de sentarnos y preguntarnos: ¿Cómo equilibro la maternidad (paternidad) y el trabajo?.

Encontrar maneras de trabajar más eficientemente (no durante más tiempo), como freelance, ha sido la verdadera clave para encontrar un mejor equilibrio entre mi vida familiar y mi vida laboral.

Tardé algún tiempo, aprendí de los errores, contrataté ayuda cuando lo necesitaba, dediqué planificación adicional, y comencé a trabajar en bloques de tiempo. Yo instituí mi propia política como comprobar los correos electrónicos sólo ciertas veces al día a menos que sea vital para un proyecto, por lo que soy más eficiente. La eficiencia es clave para disponer de tiempo, no sólo para Camila y Valentina, sino también para darme un pequeño «capricho», para un masaje o una comida con amigas o cualquier cosa que mantenga mi propio equilibrio y me haga sentir bien.

Para mí lo que crea un sentido de equilibrio es mantener una rutina durante la semana. Si todos en casa sabemos lo que son nuestros ritmos diarios, todos estamos mucho más tranquilos.

Valentina está en la guardería a tiempo completo, así que disfruto de ella todas las tardes y Camila está todo el día en casa. Tengo la suerte de tener una persona maravillosa en casa que nos ayuda con todo, reconozco que sin ella sería todo mucho mucho más complicado. Recojo a Valentina de la guardería todos los días, así que mi día de trabajo debe ser intenso por la mañana. Quiero poder dedicar tiempo a las niñas al menos hasta que Camila comience al colegio en dos años. Después, me quedo hasta muy tarde escribiendo artículos, preparando proyectos, y quedándome dormida en el sofá cada vez que mi marido decide ver una película juntos.

No estoy segura de que haya un «equilibrio perfecto». Sin embargo, he aprendido a estar más centrada cuando estoy en el trabajo y estar más presente cuando estoy con mis hijas.

Ser freelance o tener tu propio negocio significa que nunca estás completamente «fuera del trabajo», pero también significa que puedes programar tu propia agenda, y esto compensa todo.