Hace sólo unas horas que hemos despedido el 2014, y aunque se me pasó varias veces por la cabeza, finalmente no me he animado a hacer el típico post con mi balance del año terminado y mis nuevos propósitos de año entrante. Será por miedo a tener por escrito una ardua lista de «deberes» para el 2015 o simplemente por el hecho de que mi año 2014 ha sido simplemente fantástico y tengo aún más expectativas con el 2015.

Lo cierto es que, por primera vez no me he sentido culpable cuando estaban sonando las campanadas porque aún no he conseguido tener los abdominales de Elsa Pataky (aunque este año con 8 meses y medio de embarazo difícil objetivo), o porque no siempre puedo decir que no a un carrot cake con glaseado de mascarpone… Parece ser que en algún momento estos 12 meses del antiguo 2014, he conseguido disfrutar con las pequeñas cosas y aceptarme (según decía San Agustín ese era el comienzo para la superación). Así que a este 2015 le pido pequeñas pinceladas de felicidad y mucha salud y amor para poder disfrutarlo.

1. Aprender a descubrir todo de nuevo en los ojos de mini Valentina. (Imágenes 1 y 2 vía Nícoli).

2. Disfrutar de un baño relajante con velas y mi música peferida. Me fascina la línea de Lime, Basil & Mandarin de Jo Malone.

3. Salir de tiendas, sin ninguna presión de comprar nada en especial, sólo por placer y encontrar esa camisa perfecta o ese jersey de cashmere ideal.

4. Descubrir una ciudad en invierno, y sentir la nieve debajo de un abrigo muy confortable.

5. Disfrutar de un paisaje de montaña cuando la primavera empieza a mostrarse. Me encanta descubrir cada rincón de Asturias y volverme loca con las nuevas creaciones gourmet del chef Nacho Manzano en Casa Marcial.

6. Disfrutar arreglándome para una noche out o una cena especial. Apuesto por los looks sencillos con algún complemento que haga brillar el conjunto; adoro los pendientes de Anton Heunis que podéis encontrar a la venta en Müic.

7. Saborear ese primer helado del verano. Aún tengo grabado el sabor de un helado de «pantera rosa» que probé este verano en una heladería en la playa de Zarautz, realmente te transportaba a la niñez.

8. Viajar con «mi súper fav de entre todos» y darnos un baño en un paisaje como este. Realmente no hace falta describir nada más porque esta imagen me hace soñar. (Imagen pertenece a Maldivas).

9. Cocinar para mi familia siguiendo mis libros de recetas, me fascinan los de Gordon Ramsay. Y ser la anfitriona perfecta preocupándome de servir todo en una preciosa vajilla, con delicadas flores y una música única.

10. Acudir a una boda divertida y entregarme a pensar en mi outfit de invitada. Subirme a unos tacones muy altos y sentir el placer y la confianza que transmiten unos buenos stilettos. Adoro los clásicos salones de Christian Louboutin con sus inconfundibles suelas rojas.

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