Un auténtico lujo pasear por la arena, saliendo descalza desde la terraza del hotel

En realidad, desde que nació Valentina, todas nuestras escapadas de Semana Santa habían sido a Canarias. Pero el destino de este año fue Fuerteventura, era nuestra primera vez en la isla.

Disfrutamos de unos días increíbles para relajarnos, desconectar y crear recuerdos únicos en familia en Riu Palace Tres Islas, un hotel literalmente en la propia playa de Corralejo.

Volamos desde Barcelona todos en familia (son apenas 3 horas de vuelo directo) a Fuerteventura para vivir una semana de bienestar, desconexión, actividades en familia y baños de sol. La parte favorita de las niñas, sin duda, fue la piscina de agua salada que hizo las delicias de ambas, ¡justo al lado del mar!.

Despertar con el sonido del mar en nuestra ventana, paseos al atardecer increíbles, una playa de arena blanca y un mar de color turquesa que hacía soñar. ¿Mejor parte?. ¡Todos pudimos disfrutarlo juntos!.

Otro momento increíble de este viaje fueron nuestros paseos al atardecer. Si me sigues en Instagram, sabrás de ellos porque los he ido compartiendo cada día. Al caer el sol, aprovechábamos para caminar y disfrutar de la playa vacía. Puedo afirmar con toda seguridad que ha sido el más inmenso placer de todos… ¡lo pasamos genial chapoteando, mientras aprovechábamos los últimos rayos del sol!.

Lo que más me gustó de Riu Palace Tres Islas (además del hecho de que el hotel está literalmente sobre una playa de las más bonitas en las que he estado) fue la sensación de sentirse realmente como en casa, el personal del hotel le dan ese trato tan familiar que hace que quieras volver una y otra vez. Siempre había una bonita palabra cada día para nosotros y las niñas por parte de todo el equipo.

Uno de mis momentos favoritos del día era el desayuno, un maravilloso buffet con una calidad y variedad excelente. Disfrutarlo además con las mejores vistas, al mar y a la isla de Lobos, se convertía en la mejor manera de empezar cada mañana.

El resto de nuestro día se centraba en relajarse junto a la piscina con un capuccino en la mano observando como las niñas chapoteaban. Nos encantó el hecho de que había cestas con piezas de fruta fresca que se convertían en el snack más refrescante a mitad de la mañana.

A medida que el trabajo crece, el día a día se vuelve más imposible, es aún más importante para mí tomarme el tiempo de desconectar y simplemente darme un descanso de vez en cuando. La semana pasada fue un maravilloso recordatorio de eso. Muchísimas gracias a nuestros amigos de Riu Palace Tres Islas, ¡realmente sabéis cómo hacernos sentir como en casa!. Mi familia y yo pasamos un tiempo inolvidable y no hay nada más valioso que un regalo de bienestar y relajación.