Yo siempre dudo, soy indecisa por naturaleza; hablo de la indecisión trivial, porque cuando se trata de tomar postura por algo realmente transcendental, ahí nunca tiemblo. Pero voy a la duda absurda, la de entrar a un restaurante y leer 25 veces la carta y siempre preguntar al maìtre sobre si la lubina al horno será mejor opción que el steak tartar, y siempre (pero siempre-siempre) cuando me decanto por el steak tartar, tengo la sensación de que me he equivocado… así soy yo!.

El caso es que llevo unas semanas experimentando una lucidez mental fuera de lo común y una practicidad en la toma de decisiones nimias insospechada en mí, ¿será fruto del embarazo?. Sea lo que sea, y venga motivado por donde venga, quiero mantenerla porque no sabéis la cantidad de tiempo de reflexión inútil que me evita.
Así es que cuando mi madre, me planteó las 1.001 opciones sobre como vestir el moisés de mini Valentina, sí aquel del que ya os había hablado aquí, fuí absolutamente tajante: LO QUIERO TODO EN BLANCO (yo misma me escuchaba y me sorprendía de mi firmeza). La chinchonera es en suave piqué blanco con lacitos, y el dosel en un romántico plumeti de algodón; y he añadido una estrella monísima en tonos grises que me había regalado Patricia, de Ranas y Princesas, y el conjunto no puede ser más dulce.

Y con esta premisa de todo al blanco, he descubierto además un conjuntito ideal de punto de la marca Mamitis, que si no la conocéis animaros a visitar su web porque es muy recomendable. También esta semana, he recibido mi primer Nona box, toda una sorpresa llena de productos para conocer y probar. Además esta entrega venía acompañada de la revista Hola niños, llena de ideas geniales.

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