Hace unas semanas, José Luis Zambonino me escribía hablándome de su trabajo y enseñándome las imágenes de Arancha, una preciosa novia vestida por él. La novia resultó ser su hermana, y su trabajo apunta a convertirse en una apuesta firme por la costura a medida.

José Luis Zambonino, sabía cual era el vestido de los sueños de su hermana desde que eran pequeños. Él es 14 meses menor que ella y siempre han sido inseparables. Arancha llevaba un primer vestido compuesto por dos piezas, body en crêpe de seda natural, escote barco y espalda baja con adornos en los hombros de pétalos y tul. La falda era de seda natural y dos capas de tul de seda,  estaba compuesta por casi 200 metros de tejido. Para la fiesta Arancha optó por un vestido de punto de seda con aires andaluces. Para este segundo vestido, Arancha lució una tiara de flores, de Luis Benítez.

Llevaba unos zapatos de Christian Louboutin, tiara de Rocío Porres y pendientes de Alberto Salas Joyeros. Su anillo de pedida en oro blanco y brillantes, regalo de los padres de Manuel fue encargado en la Joyería Matías Lebrón (C.C. El Paseo . Carretera de Madrid-Cádiz, Km 653 . El Puerto de Santa María. Tel. 956 870 712). Su ramo era un pequeño bouquet de paniculata, realizado por Macarena Herrero, de Mirka Eventos, quien también se encargó de la decoración de cada rincón de la boda.

Arancha y Manuel se conocieron hace 4 años en México, fue un auténtico flechazo!. Se casaron en la Parroquia Santa María de las Virtudes, del pequeño pueblo blanco de la Sierra de Cádiz, Villamartín, lugar dónde nació Arancha. La celebración posterior tuvo lugar en la Hacienda el Rosalejo, palacete del Duque de Ahumada. Contaron con la empresa Eventaria, quien se encargó de la organización, Carmen Polo hizo que todo fuese fácil y cómodo. Después de la cena hubo unas chicas de Mary Kay, que retocaron a todas las invitadas.

Arancha ha sido una apasionada de la danza desde pequeña, así que la inspiración de la boda no podía ser otra. Las niñas del cortejo iban vestidas de bailarinas; los meseros eran acuarelas, realizadas por Patricia Hinojo, con ballets de todo el mundo. Después de la cena hubo una fiesta flamenca, amenizada por el grupo Son del Sur. Y adentrada la noche el grupo Rockola les hizo bailar con versiones de los años 80.

Los fotógrafos de su reportaje de bodas fueron M&Ophoto, y el resultado es estupendo.

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