Fue en Berlín cuando comenzó el periplo de aventuras de María y José Andrés. Bastaron 3 años para que se diesen cuenta de que querían pasar su vida juntos. Todo el año previo a la boda estuvo lleno de ilusiones, pero recuerdan con especial cariño el día de su pedida. María se pasó el día entero recibiendo flores de toda su familia y amigos, haciéndola sentir muy querida. El anillo de pedida fue encargado por la familia José Andrés en una de las joyerías más antiguas de Sevilla, Joyería Reyes.
El vestido de novia fue diseñado por la propia María y fueron las manos de Belén Miranda quien lo hicieron realidad. Un diseño lleno de detalles que evoca a la época medieval. De su peinado se encargaron Luis Ramos y Equipo, al igual que del maquillaje. Como complemento en la frente llevaba una pulsera con colgante de brillantes del Anticuario El Museo. Los pendientes, antiguos, fueron un regalo de su madre. El ramo realizado únicamente a base de bouvardias, obra de Floristería Pétalo. La afortunada en recibir el ramo no podía ser otra persona que su hermana Elena.
Las encargadas de su reportaje fotográfico fueron Molina + Royo. Se lo pusieron todo facilísimo, apenas notaron que ellas hacían fotos, lo que se reflejó en un resultado muy espontáneo y fresco.
La ceremonia fue oficiada por el Padre Ignacio Sánchez-Dalp, amigo de la familia. Escogieron para la celebración posterior el hipódromo del Real Club Pineda de Sevilla, un marco incomparable de naturaleza dentro de la ciudad. En el aperitivo, el grupo All Licking Down se encargó de amenizar la velada y ya en la fiesta, Los Bingueros y el grupo flamenco Jaleo, amigos de la novia, consiguieron ahcer bailar a todos los invitados.