Alfonso y Blanca se conocieron en el trabajo y acabaron conquistándose el uno a otro. Alfonso sorprendió a Blanca con un romántico viaje a Praga donde le pidió que se casase con él.

Blanca, además de lectora del blog, fue una de nuestras maravillosas clientas. Para su boda realizamos un conjunto ideal de invitaciones Querida Valentina basado en ramitas en tonos azules lavados. En realidad, y según nos confiesa Blanca, los colores de la invitación fueron el punto de partida para todo lo demás: manteles, flores y hasta los vestidos de las niñas en ese gris azulado.

Su vestido fue realizado por La Tua Pelle Costura. Blanca optó por ellas porque son expertas trabajando el tul y el encaje, y además son especialmente sensibles y detallistas.

Sus zapatos, regalo de su madrina, eran de Magrit. La pulsera que llevaba en el pelo era una joya de familia en oro blanco y diamantes de su abuela portuguesa.

Del maquillaje y peluquería se encargó Óscar Arenas, de Bôgart Makeup, Blanca lo tuvo claro tras hacer la prueba de maquillaje.

Alfonso llevaba chaqué clásico y el chaleco fue realizado a medida en Anglomanía.

Los vestidos de las niñas del cortejo eran de Teresa y Leticia.

Tanto su ramo como las flores de la iglesia fueron obra de Mar de Flores.
En la decoración del castillo, contaron con Marta y Aitana de Marlett. El conjunto no podía ser más ideal, y es que ellas consiguen dar un aire especial a todos sus montajes. Además, realizaron un segundo ramo de novia que Blanca regaló a sus amigas Filipa y María.

La ceremonia religiosa tuvo lugar en la iglesia de Santa María La Blanca, en Montecarmelo. Estuvo cantada por el coro de gospel Rebeca Rods.

La celebración posterior fue en el Castillo de Viñuelas. Tanto a Alfonso como a Blanca, les encanta el campo y sin duda esta finca resultaba maravillosa. Además, la simpatía y profesionalidad de Román, de Mallorca Catering, ayudó mucho a tomar esta decisión.

En Volvoreta Bodas, se encargaron del reportaje fotográfico y vídeo, y el resultado resultó fantástico.

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