Creo en las bodas en Otoño, llenas de romanticismo, sencillez, sin artificios, elegantes y en el campo (si el tiempo lo permite). Esta es la boda «Querida Valentina» en Otoño:

MI VESTIDO:
De manga larga y con un maravilloso cinturón en pedrería de plata envejecida de Carmen María Mayz, que Nicolás con su paciencia infinita y su delicada maestría, me ayudaría a hacer realidad. (Imagen vía Beatriz Goiri Basaldúa).

MIS INVITACIONES:
Simples, sencillas y en caligrafía hecha por Querida Valentina, por supuesto.

MIS SERVILLETEROS:
Usaría ramitas de romero o de lavanda para rodear unas maravillosas servilletas de lino.

MIS INVITADOS:
Usaría estas hojas secas con caligrafía para ubicarlos en cada una de las mesas.

MIS INVITADAS:
Vestirían de terciopelo y gasa de Street 35, mi último descubrimiento en la red. Le da una vuelta más al concepto demi couture, estoy segura que va a arrasar.

MIS FLORES:
Sería un delicioso ramo de flores silvestres que Inés, de La Florería, cuidadosamente seleccionaría una a una.

MIS MESAS:
Serían mesas corridas con caminos de mesa. Con centros de mesas con flores silvestres en tonos suaves.

MI CAPRICHO:
Deliciosos, esponjosos y tiernos macarons de Ladurée en color otoñales como estos.

Imágenes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7  y 8