Mi boda y yo

por miércoles, noviembre 20, 2019

Desde la propuesta hasta el vestido, desde las flores hasta la música elegida, me encanta imaginar todos los detalles personales que ahora escogería si volviese a clebrar mi gran día y conseguir que fuese realmente especial

Después de estos 8 años juntos, creo que si volviese a repetir mi boda (siempre con ÉL), las circunstancias serían totalmente diferentes a aquel 10 de Septiembre de 2011, así es como me lo imagino ahora….

La propuesta

La proposición llegó algo más de 1 año antes de nuestra boda. Habíamos estado juntos durante 2 años, y él hizo la pregunta cuando planeábamos un viaje con amigos a Sicilia. En su cabeza tenía algo muy romántico, pues haríamos una parada en Venecia al inicio de aquel viaje, y pensaba poder lanzarse bajo un manto de estrellas al lado de los maravillosos canales, pero nada salió según lo planeado.

Quizá por nervios o por mierdo, todo lo que había programado se vino abajo y acabo haciéndome la gran pregunta en su piso de soltero la noche antes de emprender aquel viaje: ¡era una cena informal en su casa con guacamole y nachos!. A su favor debo decir, que fue a buscar por toda la ciudad mi preferido, y cuando encontré la cajita del anillo aquello pasó en segundo plano.

Fue muy tierno, pero no fue la propuesta deslumbrante que había imaginado. Si volviese a suceder me encantaría que al menos nos pillase con una cena en un precioso romántico y con un vestido imponente.

El anillo

Un buen amigo suyo dirigía una consultoría gemológica, y cuando pensó en mi anillo fue al primero al que acudió, buscó el diamante más perfecto de talla brillante y crearon para mí un flamante solitario. Entonces, creía en el poder de «lo nuevo» y era justo lo que quería para proponerme en matrimonio. Hoy, más madura, doy mayor importancia a las piezas con historia y creo que me decantaría por una pieza vintage, incluida alguna piedra de color en mi anillo.

La fecha

Lo planeamos todo con mucho tiempo. La prioridad era encontrar un lugar especial, en el campo, donde nuestros invitados disfrutasen de nuestro gran día. Nos casamos en Asturias y yo siempre había fantaseado con casarme en algún lugar que pudiese tener la esencia de esa maravillosa tierra. Así que queríamos cumplir este sueño mío y encontramos el lugar perfecto, un palacio con un bosque propio, ¿se puede pedir algo más?.

Apostamos por un lugar que nos permitía realizar la posterior cena y la ceremonia religiosa, por lo que era muy cómodo para todos nuestros invitados. Si volviese a casarme, repetiría todo absolutamente igual, aunque tengo dudas que pudiese tener la misma suerte con el tiempo porque todos sabemos como es el Norte de España…

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El vestido

Siempre he pensado que el vestido viene condicionado por todo el entorno y circunstancias de la propia boda. En mi caso tenía claro que el vestido tenía que tener un toque medieval, fluido y sencillo.

Teniendo tan cerca propuestas tan exclusivas como Pronovias España me habría encantado verme con alguno de sus maravillosos vestidos. Siempre he pensado que cuando cumpla 10 años de casados me encantaría ronovar nuestros votos, y sin duda los vestidos de novia cortos son una excelente alternativa para una celebración de este tipo. Aún tengo más de 2 años para pensar en mi nuevo look, pero sin duda es algo que me apetece mucho. Poder vivirlo con mis hijas es algo que me llena de ilusión.

La lista de invitados

Acabamos invitando textualmente a todos nuestros amigos y gran parte de nuestras familias. Nuestros padres y sus hermanos tuvieron un lugar muy especial.

La mayoría de nuestros amigos venían de fuera de Asturias, y una gran número venían de fuera de España, amigos de aquí y de allí, y queríamos que disfrutasen de lo bonita que es Asturias en Septiembre y creo que lo conseguimos.

Tomamos esta decisión desde el día en que decidimos que nos casaríamos, ahora cuando pongo la vista atrás recuerdo el día previo cuando nos reencontramos con tantos amigos y no cambiaría esa emoción por nada de nada. Así que, definitivamente, volveríamos a esa misma lista de invitados enorme e imprescindible. Sé que si ella no habría estar lo mismo, no querría toda la gran celebración sin quien compartirla.

El gran día

Nos casamos por la tarde, no recuerdo si eran las 6 o las 7. Lo que sí recuerdo es que por un problema con la empresa que trasladaba a todos los invitados hubo que retrasar todo, yo estab ahí plantada sin invitados…
Ahora si volviese a casarme, seguro sería una preciosa boda de día.

La ceremonia

Seguimos algunas tradiciones: tomé como prestado unos broches de mi abuela que llevé a modo de diadema, mi algo viejo fueron unos pendientes de brillantes pequeñitos que llevé, y mi algo nuevo y azul fue mi vestido, en el que me habían bordado mi nombre en color azul. Recuerdo la emoción de caminar al altar del brazo de mi padre al entrar escuchando «Moon River». Poco o nada cambiaría de ese sentimiento. Es una canción que siempre me ha fascinado y a día de hoy incluso cuando la escucho les digo a las niñas que esa fue mi canción deboda.

 

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